La falda escocesa es descendiente del kilt confeccionado con tartán, ese tejido en el que las rayas se entrecruzan para formar un estampado de cuadros. La versión más famosa del kilt es verde y azul, pero en realidad existen infinidad de combinaciones de colores, cada una de ellas símbolo de un clan de la aristocracia escocesa. Hoy en día las faldas con este estampado se realizan en modelos y tejidos diferentes. Faldas por encima de la rodilla, de tubo o asimétricas: solo hay que jugar con las prendas y los accesorios que las acompañan para lucir un look clásico sofisticado, extravagante o punk.